La comida es una de las partes más importantes de Italia. Florencia nos brinda platos muy versátiles.

La Toscana es una de la regiones más conocidas de Italia. Su capital, Florencia, es una de las ciudades con más historia del país y del continente europeo, por eso su comida data de siglos atrás. Hoy conoceremos varias de esas recetas clásicas que han estado en las mesas de muchas generaciones de florentinos, quienes todavía tienen como tradición ir al campo a degustar estos platos los fines de semana.

Florencia es también la capital del Renacimiento, movimiento que significó un gran cambio en muchos aspectos de la sociedad en la que se vivía en ese tiempo (tomemos, por ejemplo, las historias de las familias más poderosas del país, entre los que puede contar a los Médici). Todas las memorias y formas de vida pueden verse reflejadas en los platos típicos de la región y su capital.

¡Vamos con los platos!

Panzanella: se le llama “el plato pobre” de los campesinos de la región, debido a que su protagonista es el pan toscano mojado en agua. Se agregan tomates, cebollas, pepinos y albahaca junto a vinagre, sal, pimienta y aceite de oliva que jamás puede faltar en las mesas italianas.

Panino col lampredotto: especie de comida callejera de Florencia, consiste en pan relleno con alguna parte del estómago de la ternera hervida con verduras y especias. Todavía se consigue en los alrededores del Mercado de San Lorenzo.

Ribollita: es una sopa de de judías blancas, col silvestre y tomate que se recalienta en el horno al día siguiente, agregando cebolla y aceite de oliva. Se consigue mucho en el campo de la Toscana y muchos florentinos aman tomarla.

Pappardelle alla lepre: es un plato de pasta fresca llamada pappardelle (especie de tallarines más anchos que los regulares) que se sirve con una salsa de liebre. En algunas recetas se puede acompañar con distintos cortes de la liebre y verduras. Para la elaboración de la salsa se usa vino tinto, leche y la ¡sangre de la liebre!

Polpettone alla fiorentina: su traducción literal indica que estamos hablando de un gran albóndiga llamada “albondigón”. Esta se corta en grandes rodajas que se sirven con una salsa de tomate y boletus. Para la albóndiga se usa carne de ternera, prosciutto, migas de pan bañadas en leche, huevos y parmesano.

Fagiano tartufato: este plato data del Renacimiento y consiste en faisán trufado, lo que quiere decir láminas de faisán con trufas negras y carne de cerdo picada con tiras de tocino. Se cocina al horno, para luego servirlo con salsa bechamel.

Cinghiale in dolce e forte: jabalí con una salsa agridulce que lleva una gran cantidad de ingredientes, entre los que destacan: prosciutto, verduras, chocolate y vinagre de vino tinto.

Bistecca alla fiorentina: bistec a la florentina -un clásico en Florencia- se trata de una chuleta proveniente de terneras de raza Chianina, criadas en la Toscana. Una de las cualidades de este bistec es que está poco hecho, por lo que los amantes de las carnes bien cocidas no preferirán esta opción. Lo grandioso es la sencillez del plato; luego de cocinarse, se le echa sal, pimienta, y aceite de oliva extra virgen.

Cibreo di rigaglie: una de las recetas más extrañas de la cocina de Florencia y que también se origina en el Renacimiento. Su elaboración consta de los órganos del pollo como cresta, barbilla, hígado, estómago, corazón y huevos no formados. Preparados con una salsa de huevos, limón y caldo.

Castagnaccio o pattona: es un postre proveniente del campo de la Toscana, pero que se vendía en las calles de Florencia. Elaborado con harina de castañas, piñones, nueces, pasas, piel de naranja y romero.

Cantucci e vinsanto: es uno de los postres más clásico de la región. Son galletas duras de almendras que van acompañadas de un vino dulce, comúnmente para mojar las galletas. Aunque, si lo prefieres, puedes pedir un típico café italiano.

La comida en Florencia es muy variada y preparada con muchas clases de ingredientes. La mayoría de estas recetas tienen sus orígenes en la época renacentista donde la diferencia de clases era muy marcada, por lo que lo más pobres debían apañarse con lo que encontraran creando así platos muy deliciosos que ahora forman parte de la gastronomía de Italia. Ven a Davide Punto Cucina para degustar una parte de esta historia y sentirte un rato en Florencia.